lunes, 17 de diciembre de 2007

Disfrutar de la lectura


Me pregunto si todavía existen profesores que pretenden convencer a la clase de que el libro "contiene" un mensaje y se lee para encontrar dicho mensaje. Las consecuencias: producen no-lectores que ya no leen por su cuenta, sino por cuenta del profesor.

La lectura es una confrontación crítica con el material y las ideas del autor. Los libros (más aún los buenos libros) no contienen un mensaje unidireccional, sino que producen significaciones múltiples. Planteo esta cuestión porque la primera fase es biológica, la escuela enseña a leer, a comprender un contenido expresado en signos gráficos, y el niño se siente poderoso.

¿Qué suele pasar después? Llega, nefasta, la lectura obligatoria, la "que conviene", la impuesta para la formación y la información. Se le pide al niño que entienda y explique un tipo de lectura que no desea explicar, en lugar de compartir con él la lectura no obligatoria, que sí entiende y disfruta, la que expande lo imaginario. Se le obliga a destripar el texto, antes de que lo vivencie en su conjunto; en lugar de abordarlo como un territorio atractivo, se lo convierte en un artefacto para practicar la gramática o la ortografía; en lugar de guiarlo para entrar en él, se le ofrecen formas de salir del texto. El profesor no debería ser un transmisor de saberes, sino un impulsor.

La segunda fase debería centrarse en afianzar la espontaneidad lectora, sin censura de ninguna clase. El acto de leer esun proceso que abarca múltiples niveles y que contribuye mucho al desarrollo de la mente. La transformación de los símbolos gráficos en conceptos intelectuales exige una intensa actividad del cerebro, que distingue, clasifica, almacena, y el resultado es un singular entrenamiento cognitivo que soprepasa la mera recepción.

La tercera, en potenciarla. Plantearla como una aventura diferente cada vez y como un viaje que uno inicia bien equipado. Una persona disfruta más que otra el mismo tema cuando lo lee con mayor destreza. Por cierto, ésta es la filosofía de los llamados "talleres de lectura", nombre acuñado por el grupo Grafein, con el objeto de encarar la lectura como un trabajo tan creativo como la escritura.

Por otra parte, no todos tienen las mismas preferencias. Entonces, ¿se trata de imponerse la lectura aunque nos resulte engorrosa o de averiguar qué tipo de lectura nos seduce y por qué? Esto último debe ser nuestra principal meta. Como dice Jacques Lacan, "la letra restituye, viene a tomar el lugar mismo de donde el deseo se ha retirado". La verdadera lectura es un acto de felicidad y libertad.

Silvia Adela Kohan (1999): Disfrutar de la lectura

2 comentarios:

Mordisquitos dijo...

No conocía este blog, enhorabuena.

El árbol en el bosque ya ha desaparecido del mundo virtual, en su lugar queda el universo cinocuo. Siento hacer que modifiques la plantilla.

Por cierto, muy interesante la lectura. El otro día le dije a mi tutor (ya no del master ahora de la tesis) que sería interesante disgregar la influencia que obras de culto como Star Wars, Pesadilla antes de navidad o The Rocky Horror Picture Show han tenido sobre la ciudad contemporánea.

Aún no me ha contestado.

Elisa McCausland dijo...

Saludines!

Ya estás anudado. Y tu propuesta sobre influencias en la ciudad, jo, me encanta! Ojalá termine en ensayo, ;)