martes, 9 de febrero de 2010

No hablamos de lo mismo

Es el sol y los recuerdos, que se echan de menos. Un zulo propio donde no tener que pedir permiso, ni perdón. Y, entre tanta carne en descomposición, consigo reunir fuerzas para levantarme. Lo he bautizado "pequeños ejercicios de voluntad" (maquillarme antes de salir de casa, subir las escaleras de dos en dos, salvar a mi pequeño jacinto mutante de una muerte inminente...). Es cierto que el mal humor, la tristeza, los noes y la desesperación empujan al consumo. Canibalismo y deserción. Es lo único que leo en el periódico. Desconfianza y dolor de espalda. Las sonrisas se venden caras. Lydia Lunch dice aquello de que "tu amor no paga el alquiler". La Liddell, en cambio, se folla el invierno y se mea en las obras completas de Freud a cambio de nada. De nada. Borrón y cuento nuevo. El que tú me quieras leer. Para después del infinitivo (y de estos puntos suspensivos que saben a sangre y tierra).

3 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

"Borrón y cuento nuevo. El que tú me quieras leer."

Esto debería decirselo a más de uno ¬¬

Elisa McCausland dijo...

Mmmm, eso no suena muy bien :S

Humberto dijo...

Hermoso! Aunque esta fuera la única entrada del blog, ya estaría mas que justificado que existiera. Afortunadamente hay mas cosas buenas que leer. Un abrazo grande desde muy lejos!